
a investigación se enfoca en el estudio de estos organismos simbióticos que resultan de la asociación entre un hongo y un alga o cianobacteria, capaces de sobrevivir en condiciones ambientales extremadamente adversas. Para adaptarse a este entorno, producen una gran variedad de compuestos bioactivos únicos, muchos de los cuales presentan propiedades con potencial terapéutico, como actividad antioxidante, antiinflamatoria, neuroprotectora y antidiabética.
La investigadora explicó que el objetivo principal de su tesis es identificar y caracterizar estos compuestos mediante técnicas cromatográficas y espectrométricas, con el fin de evaluar su posible uso en el desarrollo de nuevas estrategias de prevención o tratamiento frente a enfermedades crónicas no transmisibles. Estas enfermedades —como la diabetes, el cáncer, las cardiovasculares o las neurodegenerativas— constituyen actualmente una de las principales causas de muerte a nivel mundial.
Valentina destacó su experiencia en el congreso: “La presentación generó interés entre los asistentes, quienes valoraron positivamente la relevancia del estudio en líquenes. Fue una experiencia enriquecedora que nos permitió aportar conocimiento sobre el valor biotecnológico de los líquenes antárticos, destacando la importancia de la biodiversidad polar como fuente natural de moléculas con aplicaciones potenciales en el ámbito de la salud humana”.
El desarrollo de la investigación para optar al grado de magíster en Ciencias Biológicas se ha llevado a cabo bajo la supervisión de la Dra. Karem Henríquez Aedo, miembro del Laboratorio de Biotecnología y Genética de los Alimentos de la Facultad de Ciencias de la Universidad del Bío-Bío. Además, cuenta con la colaboración del Dr. Mario Aranda, del Laboratorio de Investigación de Fármacos y Alimentos de la Facultad de Química y Farmacia de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
